En Costa Rica, la estructura productiva muestra un cambio significativo.
Un nuevo cálculo del Banco Central revela que el régimen definitivo, donde se concentra la mayor parte de la actividad económica, redujo su aporte al valor agregado nacional: pasó de 90,5% a 85,3% en apenas cinco años.
Por el contrario, el régimen especial, que incluye principalmente a las zonas francas, ganó terreno y ahora alcanza un 14,7% de participación.
Los sectores con mayor caída dentro del régimen definitivo son el agropecuario, que baja de 5,1% a 4,4%, y la construcción, que se reduce de 5% a 4%.
En contraste, la manufactura, el comercio y los servicios profesionales aumentan su peso, impulsados especialmente por la producción tecnológica en zonas francas.
Economistas señalan que mientras estas áreas crecen a doble dígito, el régimen definitivo se desacelera y requiere una estrategia público-privada para reactivarse, ya que de él depende la mayor parte del empleo y de la recaudación que sostiene la institucionalidad del país.
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